jueves, 28 de mayo de 2009

27 de Mayo del 2009

El Barça logro la tripleta y podre contarles a mis nietos que viví en la Barcelona del mejor Barça de todos los tiempos. La semana antes que esta no alcance a escribir porque estaba concentrado en otros menesteres que tienen que ver más con otro viaje, el odisiaco. La semana pasado empezamos a ver el pasado y observe que las distancia entre aquellos que han sido constantes y los que se ausentan con regularidad ya son muy notables. Los buenos parroquianos ya exigen aprender a conjugar los verbos en pasado mientras que los herejes siguen sin hacer bien la distinción entre “ser” y “estar”. En esta semana volvimos a ver más como conjugar los verbos en pasado. No les dije nada de que sería mi última clase con ellos, hasta el final de la clase. Algunos no sé si me entendieron, pero la María lo hizo muy bien, al igual que Xu y el Raki. Sus reacciones fueron distintas, la del Raki fue la de un adiós casi informal, la de Xu fue tímida y algo distante y la de la María fue tierna y coqueta. Llegó y me dio la mano, la cual era muy suave. Me dijo con una pronunciación muy meditada: “mucha suerte”. Después cuando iba por la calle veo que ella está delante de mí a unos 10 metros. Llevaba un vestido blanco con estampado de flores rojas. Su manera de andar elegante como de señorita de colegio particular hacia que la falda del vestido se hondeara como si no tocara su cuerpo y solo lo envolviera, casi flotando alrededor de ella. Ella escucha sus audífonos, mientras camina casi distraída. Se detiene en un semáforo para esperar la señal del paso peatonal. Paso detrás de ella contemplando la figura de su cuerpo, pienso “si hubiera estado más tiempo aquí, el suficiente para que ella hubiera aprendido más español, le pediría que me enseñara árabe” En ese momento ella voltea y me sonríe. Me dice adiós con la mano y… El karma tiene sus formas de pago muy interesantes. Me voy con ganas de quedarme más tiempo.

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